Lance
Armstrong se hizo famoso por seguir siendo eficiente en condiciones
meteorológicas adversas, y aunque pasó incontables horas
perfeccionando sus habilidades, él atribuye mayormente esta ventaja
sobre el pelotón a su preparación mental. Él sabía que los demás
sufrirían en esas condiciones, por lo que decidió hacerse más
fuerte en días de lluvia, viento o calor extremo. Incluso si no
tienes las habilidades de Lance o una fortaleza mental extrema,
puedes ser más rápido en días de viento, siguiendo algunas pautas
básicas.
1.- Viento de cara. No mires la velocidad en tu cuentakilometros! Como bien han aprendido los usuarios de potenciometros, en estas condiciones es el momento para mantener tu producción de energía constante sin ninguna preocupación por tu baja velocidad (y la de todos los demás). Procura mantener una buena posición aerodinámica, pedalea redondo, mantén una alta cadencia, vigila tu potenciometro, pulsómetro y tu percepción interna del esfuerzo. Mantén tu nivel de esfuerzo en torno a tu objetivo, o incrementalo entre un 5 o un 10%, como harías en un tramo en subida. Cuando desaparezca el viento de cara, serás capaz de seguir manteniendo el mismo nivel de esfuerzo, pero podrás rodar a una velocidad mayor hasta llegar a la T2.
2.- Viento
de culo:
Mantén tu posición aerodinámica, siempre y cuando seas capaz de
mantener esa posición de una manera más o menos cómoda. Parecería
tentador levantar el tronco y que el cuerpo actúe como una vela,
pero ésto provocaría un perfil aerodinámico mayor contra el aire
de frente. A menos que el viento sea más rápido que tú, siempre se
crea un viento en contra. El esfuerzo en el pedaleo debe ser similar
al programado en un viento de frente, pero esta vez hay que ir con un
5-10 por ciento menos de energía, al igual que harías en un tramo
cuesta abajo. Esta es tu oportunidad para recuperar un poco para el
resto del sector de bici y ahorrar algunas fuerzas para el último
sector.
3.- Viento lateral y Ráfagas: Relaja la parte superior del cuerpo y no tengas miedo a direccionar de la manera más frontal posible la bici en la dirección en la que el viento está viniendo. Trata de mantener la posición aerodinámica y mantente "pequeño", pero no dudes en mover las manos al manillar, soltando los acoples, si te sientes más cómodo y seguro. Observa alrededor de la carretera en busca de signos de fuertes vientos, tales como las reacciones de otros triatletas, ondear de la hierba, hojas volando, e intenta ocultarte de esos vientos tras las barreras naturales y artificiales, como árboles, montañas o edificios. Mantén una distancia prudencial entre tu bici y los otros corredores.
4.- Elección de la rueda: El triatleta profesional Michael Lovato, ofrece este consejo sencillo: “Cuando comiences a competir, comprate una lenticular y utilizala en todas las carreras”. Con todo tu peso sobre la parte trasera de la bici, y la inercia de la rueda trasera al rodar hacia adelante, la bici no se moverá apenas y tenderá a seguir la trayectoria que se le marque. La rueda delantera es otra historia completamente diferente! Hay que ser más conservador con el perfil de la rueda delantera.
3.- Viento lateral y Ráfagas: Relaja la parte superior del cuerpo y no tengas miedo a direccionar de la manera más frontal posible la bici en la dirección en la que el viento está viniendo. Trata de mantener la posición aerodinámica y mantente "pequeño", pero no dudes en mover las manos al manillar, soltando los acoples, si te sientes más cómodo y seguro. Observa alrededor de la carretera en busca de signos de fuertes vientos, tales como las reacciones de otros triatletas, ondear de la hierba, hojas volando, e intenta ocultarte de esos vientos tras las barreras naturales y artificiales, como árboles, montañas o edificios. Mantén una distancia prudencial entre tu bici y los otros corredores.
4.- Elección de la rueda: El triatleta profesional Michael Lovato, ofrece este consejo sencillo: “Cuando comiences a competir, comprate una lenticular y utilizala en todas las carreras”. Con todo tu peso sobre la parte trasera de la bici, y la inercia de la rueda trasera al rodar hacia adelante, la bici no se moverá apenas y tenderá a seguir la trayectoria que se le marque. La rueda delantera es otra historia completamente diferente! Hay que ser más conservador con el perfil de la rueda delantera.
Ahora solo queda esperar que no haya viento!! Que al final es lo que todos queremos.
Adaptado
de un artículo de “Triatlete Europe” - Scott Fliegelman.
Buen artículo Rubén ;-D
ResponderEliminarGracias Chuby, pero ya os he comentado que está sacado de una revista, y luego traducido y adaptado un poco.
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